El ozono por su gran poder germicida y desinfectante no solo elimina los malos olores, sino que destruye de raiz gérmenes, bacterias, hongos y todo tipo de microorganismos. Con ello conseguimos respirar un aire puro, limpio y sin contaminación. Con el aire respiramos la mayor parte de nuestras enfermedades. En contacto con el ozono los microbios quedan quemados y las toxinas destruidas (Louis Pasteaur). Lugares donde aplicar Ozono: Clínicas veterinarias, Gimnasios, Bares y Restaurantes, Cámaras frigoríficas, Cuartos de aseo (WC), Oficinas, Carnicerías, Pescaderías, Campanas extractoras...
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