Willy Fog fue encontrado tirado en mitad del campo, estaba en un terrible estado, muy deshidratado y caquéxico. Con el cariño y los cuidados de su rescatista, empezó a ganar fuerzas, y ahora es un gatito de lo más gracioso, de lo más simpático, sociable y juguetón. Willy sufre de epilepsia post-traumática, es decir, que cuando Willy había sido un bebé le habían propinado un fuerte golpe, produciéndole una fractura en el cráneo. Al ir creciendo su cerebro se adaptó como pudo ante esta fratura, produciendo en él convulsiones. Gracias a este ser despreciable Willy Fog será un gatito epiléptico de por vida. Él ahora se encuentra estable con su me.